Gil Manzano – 4,0

 

IRREGULAR: Pese al delicadito partido de Gil Manzano en el Valencia – Almería del pasado lunes, el CTA decidió que el colegiado extremeño fuese el encargado de dirigir el Barcelona – Real Sociedad de los octavos de final de la Copa del Rey. Como no podía ser de otra forma, Gil Manzano, al igual que en Mestalla, tuvo que acudir al VAR. Su primera parte fue desastrosa. Perdonó la cartulina amarilla a Lewandowski por un codazo sobre Brais Méndez para, unos minutos después, dejar en amarilla una entrada con los tacos al tobillo de Busquets del propio Brais Méndez. Sánchez Martínez, de forma acertada, desde el VAR, entró para pedir que revisara la acción. Tras ello, le enseñó la roja directa. Su segunda parte fue bastante correcta, sin apenas tener que entrar en el desarrollo del juego, pero su primera parte le condena al suspenso.

 

De Burgos Bengoetxea – 5,0

 

LUCES Y SOMBRAS: De Burgos Bengoetxea tuvo uno de esos partidos en los que apenas tuvo que hacer acto de presencia, y aún así, tuvo errores que no se pueden pasar por alto. Se llevó la mano al bolsillo de las tarjetas en dos ocasiones, las dos de ellas justas y en el mismo minuto, pero tuvo que sacar alguna que otra más. La más clara, una fea entrada al límite de Lucas Torró sobre Montiel que pilló al árbitro a escasos metros de la acción. Sin embargo, no mostró nada al jugador de Osasuna. Su segunda parte fue más que tranquila, se dedicó a ser un espectador más. Terminó añadiendo seis minutos de descuento en la segunda mitad por la atención a Montiel y las pérdidas de tiempo de los últimos minutos. En la prórroga pudo enseñar la segunda amarilla a Lamela pero quiso ser benevolente con el jugador argentino. Aprueba pero por los pelos.

 

Del Cerro Grande – 4,5

 

MANCHADO: Del Cerro Grande tuvo uno de esos partidos en los que parecía estar recuperando el nivel de las citas importantes hasta que llegó la segunda parte. Su primera parte a los mandos del Valencia – Athletic Club disputado en Mestalla fue muy correcta, enseñando las cartulinas amarillas oportunas e intentando no cortar en exceso el desarrollo del juego. Sin embargo, la segunda parte echó a perder su partido. En el minuto 72, Nico Williams caía derribado dentro del área tras un toque de Cenk, pero el colegiado madrileño no sancionó la acción. Tras ser avisado por el VAR, Del Cerro Grande señaló la pena máxima ensuciando así un arbitraje que estaba siendo bastante acertado.

 

Soto Grado – 3,0

 

DE PACHANGA: Normalmente, cuando haces una pachanga con tus colegas, las faltas se señalan de forma aleatoria, sin un criterio claro. Así fue el arbitraje de Soto Grado en el encuentro de cuartos de final de Copa del Rey entre Real Madrid y Atlético de Madrid. En la primera mitad, perdonó la cartulina amarilla a Morata y dejó de señalar numerosas faltas a favor del conjunto colchonero. A medida que fueron pasando los minutos, el arbitraje se tornó en casero, balanceando sus decisiones siempre para el lado blanco. Su segunda mitad fue un desastre. Perdonó la expulsión por doble amarilla de Dani Ceballos tras una infracción al borde del área y terminó desesperando a los jugadores del Atlético de Madrid. En la prórroga, expulsó justamente a Savic con doble amarilla pero continuó dejando de señalar infracciones claras del conjunto blanco sobre jugadores atléticos. Le salva de una nota peor el haber expulsado correctamente al central montenegrino.