Lax Franco, apoyado por el VAR, anuló un gol de Dani Calvo por un fuera de juego surrealista. El reglamento IFAB no respalda en ningún caso la decisión del colegiado.

 

El VAR parece haberla tomado con el Real Oviedo. El conjunto asturiano, una vez más, se vio gravemente perjudicado por una decisión completamente surrealista del vídeo-arbitraje. Con el punto perdido por ello ante el Espanyol, son ya ocho el número de puntos que han volado del casillero azulón durante la presente temporada por los errores del VAR. El cabreo del Real Oviedo es lógico y más tras la inexplicable decisión de Lax Franco en el encuentro disputado en el Stage Front Stadium.

Corría el minuto 39 de partido cuando Dani Calvo remataba al fondo de las mallas un balón perfectamente puesto por Santi Cazorla. Sin protestas, sin recriminaciones al colegiado, ni amago alguno de polémica. Sin embargo, Moreno Aragón, que parecía aburrirse en el VAR, decidió intervenir. Pidió al colegiado del encuentro, Lax Franco, que revisara la acción por un posible fuera de juego posicional de Alemao, el cual se encontraba en el segundo palo siendo agarrado con los dos brazos por Brian Olivan. Para el árbitro murciano, tras revisar el monitor, existió una «clara influencia» de Alemao sobre el defensor del Espanyol, pero ¿realmente fue así?

 

 

El reglamento IFAB no respalda la decisión del colegiado

 

La clave, única y exclusivamente, para analizar esta acción, es la intencionalidad del defensor, Brian Olivan. El jugador del Espanyol, durante todo el desarrollo de la jugada, tiene agarrado a Alemao con los brazos con el único objetivo de que no acuda a un posible remate en el segundo palo. De hecho, su posición corporal indica claramente que está empujando a su rival hacia el lado opuesto de la portería. Contando con esta situación, podemos deducir fácilmente que el delantero no hace por impedir que su marca llegue al balón, todo lo contrario, es Alemao el único que intenta aproximarse a la portería. De hecho, si el delantero no quisiera acudir al remate, muy posiblemente Brian Olivan no habría estado tan cerca del balón en el momento final de la acción.

Pese a lo que los grandes trompeteros del CTA quieran vender, no existe infracción alguna en el gol anulado a Dani Calvo. Ninguno de los cuatro puntos que figuran en el reglamento IFAB respaldan la acción, ya que, pese a que existe un brazo de Alemao que se encuentra agarrando a Brian Olivan, es un contacto que, en ningún caso, se produce con intención de que el defensor no pueda retroceder. De hecho, y como se ha explicado anteriormente, se produce el efecto contrario. La intención del brasileño es intentar avanzar, mientras que el único objetivo del defensor es que dicho avance no ocurra. Con o sin contacto, Brian Olivan jamás habría llegado a ese balón. El problema del colegiado fue ver la acción sin perspectiva alguna de movimiento, tan solo observando el agarrón sin entender el objetivo de ello.