El VAR se tragó un penalti de libro de Dimitrovic a Berenguer

 

Inexplicable. No existe otra palabra para definir lo vivido en el estadio Sánchez Puzjuán mediada la primera mitad del encuentro Sevilla – Athletic Club. Tras el tanto de Oliver Torres en el minuto 4 de partido, el conjunto de Bilbao buscó sumar efectivos al ataque con el objetivo de poner el empate en el marcador. Y tuvo la oportunidad de hacerlo en el minuto 35, cuando Berenguer se internaba en el área por la banda derecha y caía derribado dentro de la misma tras un choque con Dimitrovic. Respiró el Sevilla tras ver como Gil Manzano, en lugar de señalar el punto de penalti, levantaba el brazo izquierdo señalando un fuera de juego previo. Sin embargo, la acción no iba a ser tan sencilla como parecía.

 

 

El juego estuvo parado durante unos minutos esperando la confirmación del VAR, cuando mientras tanto, en la retransmisión se observa como dicho fuera de juego no existió en ningún momento. Tras comprobar que la acción era legal, el banquillo del Athletic Club, con Ernesto Valverde a la cabeza, se levantaba como un resorte para protestar la jugada. Sin embargo, y para sorpresa de todos, Gil Manzano confirmó el fuera de juego, y por tanto, el no penalti.

 

Protocolo VAR

 

El protocolo VAR lo permite y el reglamento es implacable. La acción de Berenguer con Dimitrovic es penalti y el VAR debería haber avisado a Gil Manzano para que fuese a revisar la acción y señalar la pena máxima. El vídeo-arbitraje está completamente autorizado a rebobinar la acción debido al propio protocolo y dar marcha atrás en una decisión errónea que afecte a un posible penalti.