Sánchez Martínez expulsó a Montiel y Fekir en la primera mitad del Real Betis – Sevilla y a Borja Iglesias en la segunda. Las tres con roja directa.

 

Como era de esperar, el Real Betis – Sevilla volvió a dejar uno de esos partidos en los que la polémica termina siendo la nota dominante del derbi. Sánchez Martínez batió un auténtico récord expulsando hasta a tres jugadores con roja directa, Montiel y Fekir en la primera mitad, y Borja Iglesias en la segunda. Pero la pregunta es, ¿Todas las expulsiones son completamente claras o existen detalles que puedan influir en las mismas? Analicemos cada acción detenidamente.

 

1. ¿Roja directa para Montiel?

 

 

MUY CLARA: Acción en la que no hay muchas dudas. Lo verdaderamente sorprendente de la jugada es que Sánchez Martínez, en una buena posición para ver el desarrollo de la misma, no sacase la roja directa de primeras. Es una entrada con los tacos a la altura de la rodilla sin ninguna intención de disputar el balón. Busca cortar el avance de Álex Moreno y lo consigue, pero realizando un juego brusco grave que le sentencia a la roja directa.

 

2. ¿Roja directa para Fekir?

 

 

DUDOSA: Acción muy gris la que supuso la expulsión de Fekir cuando el encuentro llegaba al final en su primera mitad. El jugador del Real Betis bracea para intentar zafarse del marcaje de Papu Gómez cuando el jugador argentino tropieza y al caer impacta con el codo del atacante franco-argelino. Si bien es cierto que Fekir suelta el brazo de forma intencionada, no parece una agresión como tal, sino uno de tantos golpes con el brazo que se producen cuando dos jugadores pugnan por el balón. Quizá la sangre de Papu y la expulsión previa de Montiel llevaron a González González, en el VAR, a pedir a Sánchez Martínez que revisara la acción.

 

3. ¿Roja directa para Borja Iglesias?

 

 

CLARÍSIMA: Otra acción en la que no hay ningún tipo de duda. Pese a ser una infracción completamente involuntaria de Borja Iglesias que intenta arrebatar el balón cuando Jordan coloca el pie en el mismo punto de apoyo al que se dirigía el de Borja, es juego brusco grave. El delantero del Real Betis pisa por detrás el tobillo del jugador del Sevilla de una forma muy peligrosa y que conlleva un riesgo para el rival. El propio Borja Iglesias se marchaba del terreno de juego asumiendo que el error había sido suyo.