La Copa del Rey resucita los ‘penaltitos’ con los que pretendía acabar Medina Cantalejo.

 

Los octavos de final de la Copa del Rey, primera eliminatoria en la que se dispone de tecnología VAR, están dejando imágenes para la polémica. Tras una primera jornada de martes en la que el vídeo-arbitraje pasó completamente desapercibido, en el día de ayer, pese a tener ración extra de trabajo, decidió lavarse las manos en todas y cada una de las acciones de área en las que existiese un pequeño contacto por leve que fuera. Ya en el Valencia – Celta de Vigo, partido que abría la jornada de miércoles, en la primera mitad, De Burgos Bengoetxea señaló el punto de penalti por un contacto absolutamente mínimo de Diego López y Miguel. De hecho, se trata de un contacto pie con pie en el que ambos jugadores intentan llegar al balón sin que ninguno de los dos cometa una infracción como tal. El VAR debió entrar.

 

 

Sí entró el VAR, pero no de la forma más apropiada, en el encuentro de las 21:00 horas que medía a Osasuna y Real Sociedad por un billete para los cuartos de final de la Copa del Rey. Ya en los primeros minutos del encuentro, Pulido Santana, como no, desde el vídeo-arbitraje, decidió no intervenir en un derribo de Zubeldia sobre Budimir en el que el defensor de la Real Sociedad engancha claramente la pierna de apoyo del delantero. Por si esto no fuera poco, tras el descanso e inicio de la segunda mitad, dio luz verde a un penalti por un «agarrón» de Catena sobre Le Normand en el que apenas se produce un pequeño contacto. Sin embargo, y para sorpresa de todos, el VAR llamó al colegiado para revisar una posible roja directa en la misma acción, validando otro ‘penaltito’ de esos que se pretendía eliminar.