Soto Grado – 4,5

 

▪️ CONTROL DEL PARTIDO: Arbitraje difícil de entender de Soto Grado al frente de un Celta de Vigo – Real Sociedad en el que, pese a no ser un encuentro especialmente violento, el colegiado castellano-leonés decidió castigar con falta cualquier mínimo contacto. Si te dicen que Soto Grado apostó a +30,5 infracciones, te lo crees. Por momentos ni los propios jugadores del campo conseguían entender qué estaba señalando el árbitro del encuentro. Sus asistentes tampoco ayudaron, errando en acciones de fueras de juego y señalando, siguiendo el criterio de su compañero, infracciones inexistentes.

▪️ REPARTO DE TARJETAS: Es fácil saber que el arbitraje no ha sido del todo lógico cuando observas que el número de cartulinas amarillas fue tan solo cinco, dos de ellas en los últimos instantes del encuentro, mientras que el número total de infracciones se elevó hasta las 37. Una auténtica barbaridad. El colegiado castellano-manchego no favoreció en absoluto al desarrollo del partido y terminó desquiciando al público del estadio de Balaídos.

▪️ LA POLÉMICA: El encuentro se desarrolló sin contratiempos importantes para el Soto Grado que, pese a no cometer errores de gravedad, suspende debido a su inexplicable delicadeza durante todo el partido.

 

Munera Montero – 2,0

 

▪️ CONTROL DEL PARTIDO: Catastrófico arbitraje de Munera Montero a los mandos del Real Mallorca – Girona, un colegiado que cometió decisiones estrepitosas con el pasar del tiempo. En la primera mitad decidió aplicar un criterio permisivo en el que no se señaló cualquier contacto con falta, por momentos rozó el límite pero acertó en algunas situaciones. A partir de ahí vendría su descenso a los infiernos, empezando por no señalar el claro penalti de Antal por mano, una jugada en la que tuvo que ser ayudado por el VAR para señalar la pena máxima.

En la segunda mitad vimos como su criterio empezó a resentirse y cometió algunos fallos de apreciación que fueron haciendo pesado el partido y terminó con una terrible decisión en la que perdería los papeles y el rumbo, un penalti señalado por agarrón a Stuani en el que vemos tras un primer agarrón de Raíllo, Stuani coge por el cuello al defense y ambos caen, el colegiado se precipitó y señaló un penalti mas que polémico. No contento con ello, expulsó al central por las protestas debido a que tenía ya una cartulina amarilla. Una absoluta catástrofe.

▪️ LA POLÉMICA: Encontramos tres jugada polémicas que resaltan en el partido. La primera el primer penalti por mano de Antal, una jugada en la que tuvo entrar el VAR para corregir la decisión tomada por Munuera Montero. La segunda se produce en el segundo penalti pitado a Stuani por agarrón, una jugada en la que el delantero y el defensa se van agarrando mutuamente y no da como para señalar los once metros y la tercera y última sería la doble amarilla a Raíllo por la protesta en la decisión tomada por el colegiado en el penalti previo a la expulsión.

 

Sánchez Martínez – 7,5

 

▪️ CONTROL DEL PARTIDO: Arbitraje de muchos galones de Sánchez Martínez al frente de un complicado Athletic Club – Barcelona. El colegiado murciano eligió un criterio clásico intentando no entrar en pequeños contactos y apostando por llevarse la mano al bolsillo de las tarjetas cuando fuera estrictamente necesario. Si bien es cierto que empezó dejando alguna que otra duda, se mostró imperial en la segunda mitad.

▪️ REPARTO DE TARJETAS: Pese a que intentó, como se ha comentado anteriormente, no entrar en pequeños contactos, Sánchez Martínez mostró nueve cartulinas amarillas, casi todas ellas en la segunda mitad y la prórroga debido a la subida considerable de intensidad que se dio. Pudo ahorrarse una de ellas, pero estuvo muy acertado en líneas generales.

▪️ LA POLÉMICA: Para suerte del murciano, el encuentro se desarrolló sin acciones polémicas que pudieran poner en peligro su notable, más allá de la protesta del Barcelona por una posible falta en la recuperación del tercer gol que no da para absolutamente nada. Ni el propio Sergi Roberto protesta. Gol completamente legal.

 

Gil Manzano – 5,0

 

▪️ CONTROL DEL PARTIDO: Arbitraje con una de cal y otra de arena para Gil Manzano al frente de un Atlético de Madrid – Sevilla con más calma de la esperada. Si bien es cierto que tuvo que intervenir en numerosas ocasiones de cartulinas amarilla, lo hizo con tino y sin ofrecer dudas. Donde mostró algo menos de personalidad fue dentro de las áreas. Tras señalar correctamente un penalti a favor del Atlético de Madrid en la primera mitad, cambió su decisión en la segunda dejando sin castigo una acción de Barrios sobre Lamela que ofrece muchísimas dudas.

▪️ REPARTO DE TARJETAS: El colegiado extremeño tuvo que llevarse la mano al bolsillo en ocho ocasiones y se podría, salvo en una de ellas, que fueron merecidas. Giménez se jugó la roja directa al elevar la pierna a una altura peligrosa pero le salvó que el contacto con Sow no fue directo y violento.

▪️ LA POLÉMICA: Dejando a un lado que el penalti a favor del Atlético de Madrid es claro, la acción polémica del choque llegó en el descuento de la segunda mitad. Barrios se lanzaba con todo dentro del área para terminar derribando a Lamela dentro de ella. El contacto es igual de claro que el primero, sin embargo, el VAR pidió al colegiado que revisara la acción al interpretar que el jugador del Atlético de Madrid toca el balón. Si bien es cierto que puede llegar a rozarlo de una forma muy leve, no es suficiente para cambiar la trayectoria y velocidad del mismo, por lo que Lamela podría haber continuado con él y generar una ocasión de gol. Es un penalti que si se pita en el campo, el VAR no debe intervenir. Hernández Hernández y su fanatismo con las acciones grises.